El mundo de las series ha dado un vuelco espectacular en los últimos años con la llegada de las plataformas, que nos ofrecen una cantidad abrumadora de títulos cada temporada.
La cantidad desgraciadamente no se iguala con la calidad y, de este modo, debemos tragarnos un buen número de engendros putrefactos de ínfima calidad hasta llegar a áquellas producciones que rozan la maestría.
La producción surcoreana El juego del calamar es una de esas series que nos devuelven la ilusión y las ganas a los que amamos todo lo bien hecho. Es una producción genial. De una realización excelente y con un guión de nota.
Con elementos bastante básicos, centrados fundamentalmente en los juegos de la infancia coreanos, que se pueden extrapolar a casi cualquier parte del mundo, consiguen crear una atmósfera cruda y realista de un evento en el que pasa de la cándida infancia de unos juegos simples e inofensivos a tener que jugarte la vida para seguir manteniéndote vivo en el juego.
La serie merece la pena y por ello te la recomiendo. Creo que está en Netflix.
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