Belén Esteban vence a Dashiell Hammett. La triste realidad de un sistema moribundo - Crónicas de Esperantia

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lunes, 24 de enero de 2011

Belén Esteban vence a Dashiell Hammett. La triste realidad de un sistema moribundo

Habrás notado que llevamos una semana algo rara en el blog. Se me ocurrió hacer un pequeño experimento con la cobertura del Open de Australia 2011 y ahí andamos enfrascados. Con el cambio horario con el país de los canguros, resulta casi una locura, pero hemos completado ya una semana y estamos tan frescos como el primer día.

Seguimos con la actualidad, las reflexiones y las críticas habituales, pero hasta el domingo podrás disfrutar del primer Grand Slam del año en Crónicas de Esperantia. Una vez finalizado haremos balance y nos plantearemos si merece la pena cubrir de esta misma forma los otros tres del año.

Hoy lunes comienza la segunda semana, con muchos menos partidos, y hay tiempo para echarle un vistazo a otros temas más sorprendentes.

El otro día, el 10 de Enero para ser exactos, se conmemoró el 50 aniversario de la muerte del novelista norteamericano Dashiell Hammett, principal exponente de un género, la novela negra, que sigue ahora tan vivo como cuando Hammett decidió colocar las primeras bases y dar el salto de la típica novela policiaca a la novela negra.

Casi al mismo tiempo descubrí que en Blogger, sistema que utilizo para la publicación del blog, habían incorporado una serie de sustanciales mejoras, entre las cuales se encuentra la de analizar una entrada individual con sus entradas correspondientes, fuentes de tráfico, enlaces, etc.

Esperé unos días y volví a mirar la entrada de Hammett para comprobar la evolución y compararla con otras similares y casi me echo a llorar cuando comparé las entradas de Hammett, Dostoievski, Bukovski o Céline, con las relacionadas con Belén Esteban.

La madrileña les da sopas con honda a cada uno por separado y a todos juntos con una diferencia de más de 100 a 1. Tampoco es que me sorprendiera mucho el dato, pero comprobar estas cosas pone en marcha la perola y empiezas a pensar en los porqués de tan curioso comportamiento humano.

Recuerdo que cuando yo era niño, me miraba en el espejo de escritores que admiraba, investigadores que buscaban con su esfuerzo erradicar enfermedades, inventores que exprimían sus cerebros para obtener un nuevo avance científico para hacernos la vida más agradable o para resolver graves problemas. Y supongo que no sería el único.

¡Cómo ha cambiado todo! Ahora los modelos, curiosamente, son personajes que no saben hacer nada, que no se han esforzado nada, que apenas han estudiado, que salen en la televisión, llevan una vida anodina, aunque sin embargo suscitan el interés de millones de personas y por ello ganan dinero y fama.

Ya te he contado varias veces que soy un afortundo que no tiene televisión en casa. Lo más parecido es un sintonizador USB de TDT, pero no te creas que lo uso mucho. Quitando Bob Esponja y algunas otras excepciones, lo que te encuentras no merece ni el esfuerzo de mover ligeramente el dedo para darle al botón ON o a la tecla para cambiar de canal.

Hemos entrado en la fase de las picadora de cerebros para hamburguesas en mal estado. El sistema ha buscado, y por lo que observamos lo está consiguiendo, la creación de masas ingentes de seres acríticos que les importa poco o nada lo verdaderamente trascendental y se pirran por las cuestiones estúpidas, las naderías, el vacío y todas las gilipolleces que te puedas imaginar.

Mantener mayorías de idiotas agilipollados supone enormes ventajas para el sistema porque pueden subirnos la gasolina hasta el infinito y más allá, el recibo de la luz como si pagáramos cada uno una central eléctrica, bajarnos los sueldos y las prestaciones sociales hasta límites esclavistas y todo lo que se les ponga por delante.

Al gran atraco que supuso el regalo de 200.000 millones de euros a los bancos, le va a seguir la entrega de otros tantos millones a las cajas, verdaderos nidos de estafadores, delincuentes, ladrones y miserables, amparados por nuestro sistema político y sus secuaces.

¿Crees que todo eso le importa algo al común de los ciudadanos? No, les da igual. Con tal de que tengan un enchufe a mano para conectar la caja tonta, cubren todas sus necesidades, aunque ese enchufe esté debajo de un puente y tengan que buscar entre la basura de los contenedores la comida que les seguirá manteniendo con vida.

Un perfil que cada día se va imponiendo más en nuestra sociedad es el de persona bien preparada, en paro, desahuciada y comiendo en comedores sociales, mientras las personas que tendrían que resolver esos problemas se llenan los bolsillos, roban, siguen robando, estafan, engañan y cada cuatro años buscan los extractos de materia viva que les quedan a los ciudadanos en sus enfermos cerebros para que metan una papeleta u otra en las urnas.

La imagen la encontré en Loreto Side.

1 comentario:

Charlie dijo...

Me sorprende que te sorprendas :-))