La Pantoja visita a su churri en la cárcel - Crónicas de Esperantia

Breaking

sábado, 28 de octubre de 2006

La Pantoja visita a su churri en la cárcel


Sorprendentemente se me había pasado la noticia del año en España, algo imperdonable para un medio serio como Crónicas de Esperantia:-))

El hecho sin precedentes tuvo lugar en la cárcel de Jaén y lo protagonizó una señora que fue a visitar a su noviete o churri al talego. Un señor que seguramente estará en el trullo injustamente, como suele ocurrir con todos los políticos honrados que terminan entre rejas por quítame allá esos sobornos, recalificaciones y corrupciones varias.

Lo que más me sorprende es que sea noticia el hecho de que una persona vaya a visitar a su noviete al talego. Supongo que algo así ocurrirá todos los días, pero el pantojerismo hispano no podía dejar de tratar este hito en la historia de la tonadillera.

A mi me hubiera parecido más noticioso que lo visitara el rey, entre cacería y cacería, el Papa o alguien realmente importante como el premio Nobel de la paz de este año, pero el hecho que lo visite su novia, creo que no tiene mayor trascendencia por muy Pantoja que sea ella y muy lo que sea que quiera que sea él, que no lo tengo muy claro.

No he estado muy al tanto de la actualidad de las vísceras últimamente, pero supongo que los programas marujientos habrán dedicado sus correspondientes monográficos para dar carnaza a sus parroquianos-as. De hecho como nos cuenta Juan Ramón, Antena 3 abrió uno de sus informativos con tan excelsa noticia. Supongo que para ponerles los dientes largos a las marujas y para prevenirlas de que no hicieran planes para el día porque iban a darles imágenes e informaciones por un tubo.

Ahora que llegan elecciones deberían plantearse la creación del Partido de Marujas de España. Les aseguro que arrasarían. También sería muy oportuno crear en las facultades de Ciencias de la Información la asignatura de Marujología, creo que la realidad la está demandando a gritos.

La imagen es una más de las genialidades de Juan Ramón Mora.

No hay comentarios: