España declara la guerra a unos muñecos de la televisión francesa - Crónicas de Esperantia

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viernes, 10 de febrero de 2012

España declara la guerra a unos muñecos de la televisión francesa

No se me ha ocurrido un título más apropiado que éste que encabeza estas líneas. Si no viviéramos en España, quizás nos podría sorprender algo esta cuestión casi de Estado en la que se piden disculpas y rectificciones a las sátiras de los muñecos del guiñol de Canal + Francia en las que se caricaturiza a algunos deportistas españoles con el tema del dopaje.

No había querido entrar antes en la cuestión porque me parecía algo sin apenas importancia, pero observo con incredulidad que el tema sigue calentándose y el propio Gobierno empieza a tomar cartas en el asunto.

Vivir en España, el paraíso del surrealismo, te da ese margen de maniobra para ver las cosas con una perspectiva razonable y  escandalizarte a las primeras de cambio.

Los guiñoles de Canal + Francia pretenden hacer humor y para ello usan todas las herramientas a su disposición para obtener la reacción esperada. La sátira, la ironía, el sarcasmo y la coña en general, tienen cabida en el amplio universo del humor y el escandalizarse, quejarse o cabrearse por lo que representan unos muñecos, me parece excesivo.

Si en sus parodias, los muñecos sugieren que todos los deportistas españoles representados, se dopan, no son mas que meras exageraciones para obtener lo que buscan, la sonrisa del público.

Los guiñoles franceses no sólo cargan con acidez contra los deportistas españoles; lo hacen habitualmente con la actualidad de su país y no veo que haya levantado tanta polvareda.

Además, y ya para terminar, si las acusaciones de dopaje infundadas o claramente abiertas no se ajustan a la realidad, no creo que debería preocuparles mucho a los deportistas que hagan coñas sobre ello.

La imagen la encontré en el diario Sport, donde también puedes ver el sketch en el que los deportistas españoles firman con jeringuillas.

1 comentario:

sissi dijo...

Pues fíjate que a mi también me ha extrañado mucho la reacción de la gente al respecto, ¿que ha sido de nuestro tan afamado sentido del humor? Debe estar en crisis