En este mes de Agosto estamos, tal como te hemos comentado en alguna ocasión, de relax, al ralentí y tomándonos un respiro para que los árboles nos permitan ver el bosque completo con claridad, pero me apetece escribir algunas líneas sobre algunos temas de actualidad y lo haré en estas entradas especiales que son una mezcla de todo un poco.
El mundo ha respirado aliviado al conocer por fin que Epi y Blas no eran homosexuales, según ha manifestado su creador. No entiendo la polémica o las dudas que se han creado en torno a estos dos personajes de ficción, asexuados como objetos o muñecos que son, pero ya conocemos como funcionan las cosas y me alucina que haya tenido que salir el propio padre de los muñecos para corroborar la obviedad.
Los fundamentalistas del Madrid y del Barsa siguen en guerra e intentan justificar lo injustificable y dar por buenos hechos que, vistos desde la perspectiva, son hechos lamentables.
El fútbol cada día me gusta menos. Todo depende de las decisiones de un árbitro que debe controlar con su vista cerca de una hectárea de terreno con dos ojos y un sólo cerebro, auxiliares al margen, y al que se le exige que no se equivoque nunca, aunque si lo hace a favor se le perdona todo.
A todos los que me rodean y a los que les gusta el fútbol, les sugiero que instalen ojos de halcón similares al tenis o algún mecanismo similar para minimizar los errores arbitrales, pero todos sin excepción insisten en que eso sería quitarle la salsa. Quieren seguir enfrascados eternamente en discusiones bizantinas y no atajar el problema de raiz. Pues allá ellos.
Visto desde fuera los dos partidos de la Supercopa de este año, creo que la policía tenía que estar en prisión preventiva a espera de juicio por las agresiones flagrantes. Creo que Messi es desequilibrante y marca la diferencia. En cuanto al juego, según mi opinión, el Madrid ha mejorado muchísimo respecto a los últimos partidos, pero todavía no le llega para sentenciar los partidos.
La crispación y el encabronamiento que ha empezado a presidir estos clásicos empiezan a ser preocupante y dejan al juego en un segundo plano. Espero y deseo que las cosas cambien a mejor.
No quería hablar de la visita del Papa y del JMJ 2011, pero la actualidad es la que es y está en boca de todos y no por el hecho en sí, sino por las trifulcas de descerebrados y radicales que exigen la tolerancia que ellos no practican con los que desean manifestar abiertamente sus creencias. Si no han cambiado la Constitución esta madrugada, en España todavía hay libertad de culto, de modo que no entiendo a los manifestantes "en contra de".
Yo soy agnóstico o ateo, según los días y paso de la JMJ. No me interesa, no la considero que merezca la pena para mi vida y paso absolutamente. El hecho de que no me interese o no comulgue con sus ideas no me motiva para manifestarme en contra, agredir a sus integrantes o montar follón para crear mal rollo.
Tal como comenté en mi entrada anterior, el que algunos sectores del 15-M se hayan sumado a estos folloneros anticatólicos, resta credibilidad a un movimiento que está, según mi opinión, haciendo aguas y agotando sus últimas oportunidades para calar en la ciudadanía.
Los medios hacen el resto y compiten en sectarismo. Hace unos cuantos años un periodista o testigo de la realidad equilibrado, equidistante, ético, honesto y objetivo estaba muy bien considerado, pero ahora ocurre todo lo contrario. Si estás terminando tu carrera de Periodismo, olvídate de la objetividad. Si no tienes las cosas muy claras, lanza una moneda al aire para decidir el sesgo con el que vas a adoctrinar a tus lectores, oyentes. Un periodista objetivo ahora mismo está muy mal visto y es considerado un ser despreciable por tener ideas propias y no comulgar con las del rebaño completo.
Como aquí en Crónicas de Esperantia todavía nos podemos expresar libremente seguirmos opinando lo que creamos conveniente al margen de sectas, talibanes, fundamentalistas y vendedores de humo de la realidad.
La fábrica de analfabetos del Gobierno de Canarias sigue fiel a sus principios y continúa obteniendo excelentes cosechas de gañanes entre los seres humanos. Los colegas de Canarias Bruta, siempre atentos a la actualidad bizarra archipielágica, te lo cuentan en esta entrada sobre el nivel ortográfico de la televisión canaria. De todos modos da lo mismo. Para lo único que sirve esa cueva de analfabetos que pagamos todos los canarios es para pagar a pesebreros y palmeros del régimen feudal que padecemos en Canarias y para robar a saco los fondos de todos.
La imagen es una captura de pantalla de los informativos que perpetran la colección de analfabetos que padecemos en la Televisión Autonómia de Canarias. La encontré en Canarias Bruta. Si observas en el post, poco después repiten el atentado ortográfico. Puede tratarse de un error de una persona, pero sería un detalle para nuestros ojos que contrataran alguna vez a alguien que sepa como se escribe vandálico. Desde luego los vándalos eran unas hermanitas de la caridad comparados con los fundamentalistas del analfabetismo de la tele canaria.
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