Acabo de ver la excepcional cuarta temporada de una serie que ya desde la primera entrega me encantó. Se trata de la producción de Netflix, House of Cards, una historia de intriga, acción, suspense y manipulación que narra las aventuras y desventuras del político norteamericano Frank Underwood.
Aunque la serie está ambientada en la presidencia estadounidense, se trata de una ficción, aunque en muchos momentos nos hace recordar parte de nuestra historia con continuos guiños a ex inquilinos de la Casa Blanca.
En esta cuarta temporada da la impresión de que los guionistas han decidido rizar el rizo y darle una vuelta más de tuerca a las ya intrincadas tramas que nos han ofrecido en sesiones anteriores.
Como ya hay anunciada una nueva temporada, es de suponer que tal como queda el final de esta cuarta, asistiremos a muchas más sorpresas en posteriores entregas.
Si no la has visto, te la recomendamos porque es una de esas series que no hay que pasar por alto.
La imagen la encontré en la página de Netflix.
Aunque la serie está ambientada en la presidencia estadounidense, se trata de una ficción, aunque en muchos momentos nos hace recordar parte de nuestra historia con continuos guiños a ex inquilinos de la Casa Blanca.
En esta cuarta temporada da la impresión de que los guionistas han decidido rizar el rizo y darle una vuelta más de tuerca a las ya intrincadas tramas que nos han ofrecido en sesiones anteriores.
Como ya hay anunciada una nueva temporada, es de suponer que tal como queda el final de esta cuarta, asistiremos a muchas más sorpresas en posteriores entregas.
Si no la has visto, te la recomendamos porque es una de esas series que no hay que pasar por alto.
La imagen la encontré en la página de Netflix.
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