Los inversores, que mantenían una tensa espera que se traducía en la disminución de fondos que llegaban a la Bolsa española, han interpretado que el caótico escenario lleno de incertidumbre que ha dejado el nuevo parlamento votado ayer, no invita a la alegría y han preferido buscar otras plazas más estables.
Como es lógico, el rally de Navidad tan esperado estas fechas, en España tendrá que esperar a otro año porque con los descensos de hoy, por mucho que finalmente exista un arreón final en el IBEX, el cómputo total será negativo.
Aunque en las últimas semanas toda Europa estaba mostrando números bastante mejorables, hoy lunes, sólo es la Bolsa española la que sufre significativos descensos.
Creo que es la primera vez o una de las primeras ocasiones en las que un resultado electoral en nuestro país tiene tanta trascendencia en el selectivo español, aunque creo que la justificación es entendible.
Bajo mi punto de vista los inversores han penalizado mucho más el escenario que sólo invita a pensar en la incertidumbre que al hecho de que hubieran ganado u obtenido mejores resultados unos u otros.
Las inversiones son miedosas ante los escenarios que no garantizan una estabilidad y ahora mismo y dados los resultados, el futuro inmediato que vemos en la composición del nuevo parlamento surgido ayer de las urnas, es todo lo que quieras, excepto una garantía.
La imagen de las instalaciones del IBEX 35 las encontré en Google.
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