Tragicomedia griega en innumerables actos - Crónicas de Esperantia

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miércoles, 1 de julio de 2015

Tragicomedia griega en innumerables actos

Hay que ver lo que son las cosas: Llevo desde el domingo informándome a fondo para poder plasmar en unas cuantas líneas lo que está ocurriendo con Grecia, pero cada día que pasa los giros surrealistas que estamos viendo, hacen casi imposible hacerse una composición de lugar en condiciones.

Como he comentado en alguna ocasión, realizo dos programas diarios en Bolsa.com donde comparto con analistas bursátiles y economistas la actualidad de los mercados y me voy a basar en las conclusiones que hemos ido extrayendo de todo este culebrón interminable porque, si nos atenemos a las informaciones que aparecen en los medios, casi mejor olvidarse de encontrar el más mínimo atisbo de luz entre tanto ruido mediático, tergiversaciones interesadas y el hooliganismo clásico de nuestros medios.

Recordemos que el partido griego se juega también en España. Siriza, socio de Podemos es el espejo en que mirarán muchos votantes de la formación violeta y muchos intentarán ver en España lo que ahora está sucediendo en Grecia, cuando Podemos llegue al poder. No creo que un país sea similar a otro, ni que la situación económica de uno y otro sea equiparable, aunque reconozco que, pase lo que pase, en las elecciones generales, tomarán buena nota de todo ello.

Podemos no me gusta. Creo que puede ser bueno que estén ahí para que de una vez se pongan las pilas el resto y dejen de engañar, robar y mentir a los ciudadanos, pero no sería muy feliz si llegar a alcanzar el gobierno de España. Pero ya se sabe, cuando los que tienen que resolver los problemas, lo único que hacen es empeorar las cosas y empobrecer a la población, mentir, engañar y estafar continuamente, dejan un hueco en el electorado que suele ser ocupado por extremistas y salvapatrias.

Dicho esto, vayamos por partes: En primer lugar, aquellos que tengan activos en las Bolsas de valores, estos vaivenes de los mercados no son sino ruido que no afecta a la perspectiva general de la mayoría de los índices de referencia que siguen en una clara tendencia alcista. Si nos paramos a mirar y analizar un día concreto y un momento concreto, seguro que encontramos movimientos bruscos arriba y abajo, pero un buen inversor, apuesta a la larga y con perspectiva y no se deja llevar por el aquí te pillo, aquí te mato. Con tranquilidad, sosiego, disciplina con los stop de pérdidas y poco más, no creo que Grecia deba ser un dolor de cabeza para cualquier inversor avispado.

En cuanto a la actitud del gobierno griego, estos tiras y aflojas están terminando por cansar a la otra parte, BCE, Europa y FMI, que están empezando a ver como una tomadura de pelo los incumplimientos constantes. Creo que el hecho de convocar un referendum, echarse atrás y aceptar los términos pactados antes de levantarse de la mesa de negociación y apostar por la opción contraria en las urnas no ofrece demasiada credibilidad a un gobierno que hasta la semana pasada daba la impresión que se tomaba las cosas más en serio.

No estoy de acuerdo con todas las canalladas que está sufriendo el ciudadano griego de a pie que, gracias a infinidad de políticos corruptos, ladrones y mentirosos, están al borde del precipicio o están ya a media caída hacia el abismo. 

Tsipras llegó al poder con una serie de promesa que no ha cumplido, bien porque no se lo han permitido o porque simplemente no puede hacerlas efectivas. Se han encontrado un escenario muy complejo y, aunque estos cinco meses y algo que llevan dirigiendo los destinos del país, tampoco es que hayan mejorado mucho las cosas, no creo que sean los principales responsables de este desastre que ya se encontraron al llegar.

Creo que los griegos de bien no se merecen el trato que están sufriendo, pero también me pongo en el otro lado y pienso que si se adquieren compromisos se deben cumplir o, en otros casos, renegociarlos, pero no romper la baraja a mitad de partida y tirar por la calle del medio. Es evidente que esa no es la solución.

El abismo se agrandaría todavía mucho más en el caso de que salieran del euro, porque caerían ya sin las redes que les han colocado hasta el momento los socios de la UE y del BCE.

Grecia sigue manteniendo un estado que no se puede permitir y pese a todas las recomendaciones siguen en sus trece sin realizar los verdaderos recortes que se precisan realizar para salir del agujero. Esos recortes no están en los jubilados, trabajadores, sanitarios o docentes, está en el aparato que impide que las cosas funcionen.

No he visto que haya planteadas detenciones, juicios o procesos contra la clase política griega que ha llevado al país al Apocalipsis. Quizás deberían empezar a plantearse alguna medida en este sentido. Me parece vergonzoso que los mayores criminales que en Grecia han llevado a todo un pueblo a la pobreza y al ostracismo, sigan de rositas. Si los tribunales, la justicia y las leyes son como en España, que defienden por encima de todo a aquellos que los han nombrado, empezarían a justificarse muchas cosas.
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Es algo parecido a lo que nos ocurrirá aquí en España, donde los gobiernos le declaran la guerra a los ciudadanos para mantener contra viento y marea sus pesebres, sus parásitos y sus entramados serviles para que pueda vivir su casta. Ahora, algunos pesebres han cambiado de expendedores de pienso, algunas cabezas de ganado han sido sacrificado, pero las granjas de pulgas y piojos sigue manteniendo o aumentando su número e incluso se siguen abriendo nuevas granjas con todo lujo, mientras se sacrifica a los animales útiles que ofrecen algo de beneficio.

La solución no sé si podrá llegar algún día y que esta pesadilla o tragicomedia griega deje de ser portada cada día. Quizás ampliar de forma holgada los plazos para que el peso de las canalladas no vuelva a recaer en los más inocentes o establecer algún tipo de control más efectivo para que la deuda del país heleno siga creciendo y sus ingentes intereses se sigan comiendo los mínimos ingresos del país que ya está bajo mínimos. 

La imagen me la encontré en Twitter.

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