The Huffington Post, el nuevo medio basado en la esclavitud del periodista - Crónicas de Esperantia

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jueves, 7 de junio de 2012

The Huffington Post, el nuevo medio basado en la esclavitud del periodista

Creo que un día de éstos se lanza el Huffingtong Post en español, un nuevo medio de comunicación que nace con un novedoso modelo de negocio: la esclavitud.

No tenía intención de escribir nada sobre el lanzamiento de ese nuevo medio de comunicación, pero como estoy en contra del trabajo esclavo, creo que se merecen unas cuantas líneas.

En primer lugar el sólo hecho de que con los miles de periodistas que están en paro ahora mismo, que un medio se pueda ni siquiera plantear sacar una publicación que se nutra básicamente del trabajo no remunerado de seres humanos, me retrotrae a las plantaciones de algodón de Alabama y Gergia del siglo XIX.

Un medio que nace con esta visión de la realidad ¿qué nos va a contar? En sus páginas encontraremos odas a la libertad, a la ética y a la justicia o su planteamiento serás influír en la sociedad para imponer la esclavitud que adoptan en su medio al resto de los ámbitos de nuestro país.

¿Qué credibilidad puede tener un medio que adopta desde su nacimiento el trabajo esclavo como norma de funcionamiento y base de su negocio?

Imagino que obviarán todas las noticias relacionadas con los derechos humanos y el empleo, porque, en caso contrario, se retratarían en cada una de sus informaciones. 

Asistir a lanzamientos de este tipo me cabrea hasta límites que no puedes ni imaginar. Llevo tratando con jóvenes y no tan jóvenes periodistas que se las ven y se las desean para encontrar algo más o menos potable para poder subsistir y que haya todavía gentuza que con el trabajo gratuito de ciudadanos pretenda ganar dinero, me indigna doblemente.

De todos modos, sigo leyendo en cada vez más foros, que España está compuesta por un volumen tal de gilipollas, que cualquier barbaridad que imaginemos será digerida pefectamente por la masa mientras disfruta de su partido de fútbol en vena o la vida y milagros de la petarda de turno. Es nuestro sino como ciudadanos de este país y, si quieres que te sea sincero, el que haya medios como éste entre nosotros con esa visión empresarial decimonónica, nos los merecemos.

Obviamente he procurado saltarme el código de principios del nuevo medi, si es que lo tiene,  porque, según veo, todo lo que se aleje de montar un taller de costura clandestino con esclavos en los sótanos de la redacción, entrará en absoluta contradicción con las prácticas que han puesto en marcha desde su nacimiento: vivir a costa de redactores a los que no les pagan ni un euro.

Según he visto, Un Canario en Madrid y Javier Pérez de Albéniz también opinan del lanzamiento de la nueva  plantación de esclavos. A la Asociación de la Prensa tampoco le parece muy bien este tipo de iniciativas que apuestan por el trabajo gratuito de unos cuantos. José Luis Orihuela tampoco está muy convencido de que está nueva fórmula de colaboradores gratis tenga éxito. El bloguero Vicente Bobadilla anuncia en esta entrada que su bitácora no se va al Hufftington. En La Vida Alrededor también aportan su punto de vista sobre el lanzamiento. Y en Periodista Digital nos ofrecen la visión de los profesionales de los medios. En Incognitosis también he encontrado una excelente reflexión de un periodista

Como podrás imaginar el Twitter las opiniones a favo y en contra del nuevo medio se alternan. Puedes seguirlas en los hashtags: El Huffington Post o #HuffingtooooooWapo.

La imagen la encontré en Ya lo sabes.

3 comentarios:

Anonimo dijo...

Tiene publicidad de Movistar y de Samsung, que no son dos empresas cualquiera. Alguien cobra! Un saludo

Fran J. Saavedra Bauló dijo...

Claro, tienen incluso una redación liliputiense con ocho periodistas, pero el resto de redactores de blogs no cobran dinero en metálico. Cobran, como dicen ellos, en visibilidad.

El mismo anonimo de antes dijo...

Dicen que escribir en un blog no es trabajo. El post equivale a un artículo de opinión y en la prensa escrita un periodista siempre ha sido remunerado por ello. Otra cosa son las colaboraciones puntuales y voluntarias. Es indignante. Otro saludo