Ño, ¡ Qué manifestación ! - Crónicas de Esperantia

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lunes, 4 de febrero de 2008

Ño, ¡ Qué manifestación !

Ha ocurrido este fin de semana en Lanzarote y el hecho demuestra hasta que grado de cabreo está llegando el alza continuada de los precios que en los productos básicos, se están convirtiendo en prohibitivos.

El caso de Lanzarote, como isla llamada periférica, en la que repercute dos veces el coste del transporte. En primer lugar hasta una de las islas capitalinas y en segundo, desde ésta hasta su puerto.

En la manifestación se solicitaba expresamente que se abrieran las puertas a la entrada en la isla a supermercados de los llamados de descuento duro para detener el monopolio que las empresa que ahora campan a sus anchas en la isla, sigan flagelando a los lanzaroteños con sus precios.

El hecho es doblemente grave porque, en teoría, la Unión Europea, sufraga mediante el REA el sobrecoste que los productos básicos llevan aparejado por el transporte a las regiones ultraperiféricas. Curiosamente ese dinero lo entraga la UE, pero el sobrecoste se sigue pagando.

Quizás sería hora de empezar a investigar dónde, cómo y por qué esa subvención no llega a subsanar la cesta de la compra de los ciudadanos, tal y como en un principio debería ser.

Para los que no vivan en Canarias hay que explicar un poco la imagen de la pancarta. El dinosaurio es la mascota de Hiperdino, una de las cadenas de supermercados que ejercen su monopolio en Lanzarote y en otras zonas de Canarias y el "ño" es el apócope de ¡Coño! que la emplea la cadena para su campaña publicitaria sobre sus "increíbles", según ellos, precios.

La imagen la encontré en Canarias ahora, donde también puedes ver otras de la misma manifestación.

Y parece que no soy el único que se ha dado cuenta que aquí en estas islas las mentiras triunfan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La clase política de por aquí se cree que nos chupamos el dedo.

Son de vergüenza los precios y las razones que nos dan.

Un saludo

Anónimo dijo...

Lo que a mí me parece vergonzoso es que ante los ravísimos problemas gravísimos que estamos sufriendo, unos y otros, se echen la culpa. Eso es señal de que nunca los resolverán.