Una mala tarde la tiene cualquiera - Crónicas de Esperantia

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lunes, 17 de septiembre de 2007

Una mala tarde la tiene cualquiera

Horas después de que la selección española de baloncesto haya ganado la medalla de plata en el Eurobasket, debemos estar contentos y sentirnos orgullosos por tener a un equipo luchador, competitivo y que está en la élite del deporte de la canasta.

Cierto es que este grupo nos había acostumbrado mal y que los partidos que disputaban se contaban casi siempre con victorias, pero cuando se juega a un deporte que básicamente es un juego, cabe la posibilidad de perder, como así ocurrió.

Felicitar a la selección rusa que demostró su buen nivel y derrotó a los nuestros en los últimos segundos del partido.

Durante el Eurobasket he disfrutado de lo lindo con el juego de la selección española y del resto de combinados europeos y he tenido el placer de compartir comentarios, discusiones, charlas y debates con los amigos Aitor, Juan Enrique, Miguel Ángel, Tomás y Fran en el podcast Pasión por el Baloncesto desde donde han cubierto el torneo con una profesionalidad digna de cualquier medio tradicional.

Lo acontecido ayer no me afectó lo más mínimo porque hace tiempo que he relativizado hasta el límite las derrotas y las victorias. Creo que lo importante es disfrutar y que los resultados son algo secundario.

Pero quizás la reflexión que me gustaría compartir contigo es sobre nuestra selección que sigue siendo grande, sigue siendo campeona del mundo y que para, en este caso, perder una final hay que disputarla y estar ahí ya es un logro. Se cometieron más errores de los habituales y los rusos que cometieron menos se llevaron el gato al agua.

Espero y deseo que siga abierto el crédito a los nuestros en cuanto a simpatía y seguimiento porque en este país se encumbra hasta al infinito, pero también se hunde hasta el infierno. No hay términos medios. Bueno, si: el ostracismo.

Quedan grandes retos para nuestra selección y seguro que darán todo por conseguirlos. Sin ir más lejos, tenemos los Juegos Olímpicos de Pekín en unos meses y seguro que volverán a estar ahí entre los más grandes.

Son un grupo envidiable, tienen un maestro de ceremonias, Pepu, que es un gran tipo y seguirán contando con nuestro apoyo y toda nuestra simpatía, pase lo que pase.

La imagen de AFP/El Mundo es la de Pau Gasol en el suelo tras fallar la última canasta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola Fran!

Muchas gracias por el pedazo de artículo que te has marcado sobre el tema de la final de ayer. Demasiadas veces se nos olvida lo que estos "chicos de oro", porque lo son y lo serán siempre, has conseguido para nuestro disfrute. Momentos irrepetibles, sin lugar a dudas y el de ayer fue otro. Otra final que nos demostró que somos humanos y que no siempre se gana. Pero el espíritu de lucha, de garra, de nunca dar nada por perdido y todo eso demonstrando ser un equipo es algo que no se ve todos los días.

Sí, seguro que estamos todos bastante tristes y algo decepcionados, pero cuántos equipos en la historia pueden decir que son campeones del mundo y sub-campeones de Europa en un año. Muy pero que muy pocos.

Es por eso que yo siempre los apoyaré. Nos han dado, con creces, lo que nunca habíamos podido recibir, la sensación de unión de una afición con su equipo. Irrepetible a por los JJ.OO!!!

¡Allí estaremos! ¡Apoyando como siempre!

¡Un saludo!
Luis